Transporte de productos termosensibles : para una logística del frío autónomo
22 February 2024 por Edina GÁLFI
Los trastornos muculoesqueléticos son muy frecuentes en el sector de la logística y son un verdadero desafío humano, social y económico. Mejorar las condiciones de trabajo de los trabajadores tiene un impacto considerable en la productividad y la eficacia de una empresa de logística. Esto permite tratar los flujos sin incidentes y sin perjudicar la calidad de servicio y la capacidad de respuesta en los almacenes y, por lo tanto, evitar la ruptura de la cadena de suministro.
Las actividades de logísticas como el almacenamiento, el picking y el embalaje son las más expuestas a los TME: los recepcionistas de entregas, preparadores de pedidos, personal de mantenimiento de máquinas, cargadores y conductores de carretillas elevadoras están en primera línea.
Según la Agencia francesa de Sanidad Pública, los trastornos musculoesqueléticos «abarcan una amplia gama de trastornos del aparato locomotor que pueden ser causados o agravados por la actividad laboral. Provocan, sobre todo, dolor y molestias funcionales de diverso grado, a menudo de forma diaria».
La Seguridad Social (régimen general y agrícola) publica un documento de referencia, el Cuadro n.o 57, titulado «Afecciones periarticulares causadas por determinados gestos y posturas» que permite identificar los traumatismos cubiertos por la protección social.
Cabe señalar que los TME no son necesariamente de origen laboral y pueden tener su origen en múltiples patologías: embarazo, enfermedad endocrina o actividades no laborales.
Algunos factores no laborales como la edad avanzada, la diabetes, la obesidad, el reumatismo inflamatorio y la insuficiencia tiroidea son verdaderos puntos de vulnerabilidad y favorecen los TME.
En el contexto de la actividad laboral, intervienen esencialmente acciones de carácter físico en relación con inconvenientes biomecánicos: repetición de un movimiento, postura extrema (brazo por encima de los hombros), tensión articular (torsión de la muñeca), vibración, choque térmico, etc.
Dolor muscular, tendinitis, lumbalgia, dolor en las cervicales, síndrome del túnel carpiano y epicondilitis lateral en el codo, son algunas de las afecciones reconocidas como TME.
Los TME afectan principalmente a la parte superior del cuerpo: hombro, codo, muñeca, cuello y espalda. Aunque suelen existir, las patologías de los miembros inferiores son minoritarias.
Algunas cifras
¿Por qué es necesario extremar la vigilancia en un entorno de trabajo que es naturalmente hostil al ser humano?
Se considera que un entorno de trabajo es frío si la temperatura del aire es inferior a +15 °C. La temperatura en los almacenes logísticos de los supermercados varía entre -26 °C (zona de almacenamiento y preparación de productos congelados) y +4 °C (zona de almacenamiento y preparación de productos frescos. Esta temperatura también se observa en invierno en el muelle).
Por lo tanto, es fundamental equipar a los operadores de forma adecuada. Ropa térmica, calzado aislante, protección para las manos y la cabeza y, en algunos casos, también para la cara. Muchas son las soluciones posibles. La eficacia y conformidad de estos equipos de trabajo, al estar sujetos a normas, es controlada.
Además del frío, también se debe considerar el nivel de humedad. Con el fin de proteger a los empleados y evitar que los suelos se congelen, es necesario medir la humedad de manera a aplicar soluciones eficaces.
La penosidad del entorno de trabajo frío es reconocida. Para trabajar en un entorno de -26 °C el trabajo debe organizarse de una manera determinada: después de 90 minutos de trabajo le siguen 30 minutos de descanso.
Además, los trabajadores expuestos durante más de 900 horas al año a una temperatura inferior a +5 °C pueden ganar puntos que se van adicionando en una cuenta personal de prevención (C2P).
Por último, no olvidemos que el jefe de almacén es responsable de la seguridad de sus empleados.
Además de la postura de trabajo y los gestos durante las manipulaciones, cabe recordar que es primordial realizar el mantenimiento preventivo de los equipos para garantizar su buen funcionamiento y conformidad.
Los dos principales factores que provocan los TME son la manipulación manual repetitiva y el transporte de cargas pesadas. Por lo tanto, es fundamental aprender a controlar la postura y a equiparse con un «robot de apoyo».
Los contenedores, los carros, los transpaletas y elevadores son equipos que requieren movimientos de empujar-tirar. Por ello, se creó la norma NF X35-109 con el fin de definir esta penosidad y limitar los accidentes y traumatismos físicos en el trabajo. La norma establece la intensidad máxima de las fuerzas humanas que deben aplicarse que se calcula en función de la fuerza inicial necesaria para poner en marcha el equipo, más la fuerza necesaria para mantenerlo en movimiento.
El riesgo que representan estas acciones de empuje y arrastre también aumentan con:
Se recomienda especialmente que los jefes de almacén inciten a los operarios a obtener el Certificado de Aptitud para la Conducción Segura.
Algunas ideas. Además del desgaste físico, las acciones de «empujar y tirar» provocan en el operario una verdadera fatiga e incluso agotamiento. El peso y la repetitividad del movimiento acaban por desgastarlo, con un impacto definitivo en su implicación y, por extensión, en su productividad. Por ello, existen soluciones de apoyo para aliviar al operario de sus tareas diarias de manipulación: desde el simple transpaleta hasta la carretilla elevadora, hoy en día existe una amplia gama de equipos complementarios en el mercado.
Una auditoría de la ergonomía de los puestos de trabajo permitirá optimizar los movimientos y desplazamientos innecesarios —verdaderos obstáculos para el rendimiento de una empresa— y, además, facilitará el trabajo de los equipos de manutención. La auditoría es una manera eficaz de hacer un estudio y proponer áreas de mejora y acciones correctivas-preventivas que favorezcan la productividad y el bienestar de los empleados.
Para limitar los riesgos de TME en un almacén logístico refrigerado, es recomendable prestar especial atención a los tres siguientes puntos:
Conocer su entorno de trabajo y mantenerlo seguro:
Utilizar equipos adecuados:
Organizar el tiempo de trabajo:
En conclusión, el tratamiento de los TME en un almacén de logística también es una oportunidad para mejorar los procesos logísticos haciendo que el sistema sea más eficiente, más completo y más responsable. Significa maximizar el uso de las herramientas y los conocimientos técnicos de los operarios.